Quienes están a cargo de una empresa, ya sea como dueños o altos directivos, tienen la responsabilidad de saber reconocer cuándo es el momento adecuado para iniciar un proceso de reclutamiento de personal y contratar nuevos colaboradores.

En una primera instancia, podríamos pensar que una empresa requiere de nuevos empleados a medida que va creciendo, sin embargo, existen otros escenarios, donde el reclutamiento de personal puede beneficiar a la empresa.

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En IPS te decimos algunos:

Cuando existe sobrecarga de trabajo:

Si bien, actualmente el panorama laboral es más exigente, la sobrecarga de trabajo puede provocar la fuga de talentos o reducir la productividad en una empresa. Es por eso que el líder de una organización, debe tener la capacidad para evaluar y determinar si sus subalternos son capaces de asumir responsabilidades adicionales o es necesario contratar personal.

Cuando se requiere “sangre nueva” Llega el momento en que toda empresa necesita regenerar su fuerza de trabajo. Generalmente, el arribo de nuevas incorporaciones, provoca que las plantillas se reactiven en torno al cumplimiento de objetivos. Siempre y cuando el reclutamiento de personal entre en una dinámica motivacional y no como una amenaza a la plantilla actual.

Para renovar ideas:

La llegada de nuevos colaboradores a una empresa, es sinónimo de nuevas ideas. Las personas que vengan de fuera, tendrán otra perspectiva al momento de aportar soluciones, una visión distinta para replantear procesos e incluso distintos hábitos de trabajo. Sin mencionar que la empresa podrá actualizarse de los temas externos y de la competencia.

Para aportar experiencia:

Una empresa puede tener muchos funcionarios con potencial y aspiración a puestos directivos, pero carecer de experiencia. Contratar personal experimentado, enriquecerá a la organización al aportar conocimientos nuevos a quienes ya están en la empresa, además ofrece resultados casi inmediatos.

Evitar gastos de capacitación:

En la famosa frase: “En la guerra y en el amor todo se vale”, bien podría incluirse a los negocios. Una práctica muy común y tal vez desleal, es la de contratar personal cualificado, ofreciéndole incentivos económicos mayores a los que recibe en su empresa actual. Esto evita los gastos en entrenamiento y capacitación de personal, obteniendo resultados positivos a corto plazo. Existen empresas que utilizan este método de reclutamiento de personal, se les conoce como “head hunters” o cazatalentos.

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Rejuvenecer la empresa:

Si, la experiencia vale mucho, pero contratar personal joven y comprometido brinda otros beneficios. Por un lado, se trata de una inyección de entusiasmo, frescura y conocimientos actualizados, pero también está falta de vicios laborales, su fácil adaptación y la posibilidad de formar líderes propios.

Hemos visto los beneficios del reclutamiento de personal, sin embargo, también existen inconvenientes internos. Tengamos en cuenta los más comunes:

Cortar la proyección de empleados actuales:

No hay mayor motivación para un empleado que el asenso de puesto. Al traer gente de fuera, los colaboradores actuales podrían pensar que se trata de una compañía donde no tendrán proyección profesional, razón suficiente para buscar nuevas oportunidades en otro lado.

Crear un ambiente de incertidumbre:

La llegada de nuevos colaboradores, puede provocar que los empleados actuales teman por la pérdida de su trabajo. Es entonces cuando el dueño de la empresa o los directivos, necesitan generar un ambiente de tranquilidad.

En conclusión, se debe mantener un equilibrio entre el reclutamiento de personal interno y externo. De esta forma, los empleados actuales se mantienen motivados y el nuevo personal aporta un aire fresco profesional.

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